22 agosto 2011

Las Medinas


Las Medinas, ciudades dentro de la ciudad. Dormir en una Medina es algo mágico, especialmente si tu dormitorio está en un voladizo sobre la calle. En esos momentos, cuando el sueño te empieza a invadir, cuando la realidad de la vigilia se funde con la realidad de los sueños, ya sea en la siesta o al anochecer, la vida de la Medina te atraviesa. Los vecinos que escuchan la radio, el vendedor que grita sus productos, los niños que se persiguen entre las calles, el paseante, todos esos ruidos entran por una de las ventanas de de tu habitación y, después de saludarte, se escapan hacia el otro lado para perderse en el laberinto. Cada nuevo sonido te mece como las olas del mar haciendo subir y bajar tu grado de alerta hasta que poco a poco una realidad se impone a la otra.

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Paisaje. Humedales