Hace unos años visité Praga y allí hice algunos de mis primeros intentos de dibujar los lugares que visitaba. Entonces, ahora también pero un poco menos, me costaba mucho dibujar en lugares públicos. La sensación de que cualquier persona puede ponerse a mirar por encima de tu hombro es muy intimidante. Lo peor no es la crítica directa, lo peor como leí hace poco de otro acuarelista es cuando dicen "es que la acuarela es muy difícil". Por suerte en medio del rio Moldova hay una pequeña isla donde uno puede esconderse. Desde allí está hecho este apunte
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