A pocos kilometros de Madrid, en el límite con Guadalajara, Valdeavero es un pueblo tranquilo con nada especial excepto la tranquilidad. Hoy he aprovechado la hora extra que nos da el cambio de horario y el buen tiempo que hemos tenido entre las primeras borras cas de este otoño. La campiña empieza a cambiar la tonalidad de los colores, el verde y el amarillo empeizan a transfromarse en ocres y rojizos. Durara poco y se nos vendrá el frio y la lluvia encima, por eso hay que disfrutar
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