31 octubre 2011

Monte Saint Michel


En el viaje a Bretaña de este verano 2011, nos escapamos unos kilometros a Normandía para ver el Monte Saint Michel. No tenía expectativas especiales. Siempre había pensado que sería una iglesia en un monte sin más. Quizás eso ha hecho que la visita resultase toda una sorpresa. Primero por que no es una iglesia sin más, hay toda una ciudad a los pies y un tremendo complejo de construcciones antes de llegar arriba. Además haciendo caso a nuestro amigo Daniel lo visitamos a partir de las 7 de la tarde, una vez terminado el horario "normal" (normal significa de autobuses turísticos). Y esa eleccion fue todo un acierto pues nos encontramos con que prácticamente no había nadie visitando la Abadía (en el peor de los casos, en la sala principal de la iglesia no había mas de 20 personas). Entrar en la cripta de los gruesos pilares o en la de san martín y encontrarte con alguíen tocando la flauta travesera solo para tí es algo que no se paga con nada. Como tampoco se paga con nada la vista desde la terraza donde uno siente la cercanía del aire, la tierra y el agua al mismo tiempo.

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Paisaje. Humedales